sábado, 26 de marzo de 2016

ZONAS GRISES, QUERID@S


Para hacer las cosas bien:
- No hable, escuche
- Asuma sus faltas y discúlpese por ellas
- Piense en el otro antes que en usted mismo
- Si le agreden, sea superior y no responda
- Piense, no se deje llevar por la emoción del momento
- Póngase en los zapatos del otro
- No diga nada de lo que pueda arrepentirse
- Despréndase de las posesiones y viva una vida de simplicidad
- No pretenda cambiar la sociedad, encuentre la forma de vivir en ella colaborando su grano de arena
- Extienda su mano a todo el que la necesite

Para cagarla:
- Sea usted mismo con toda su colección de defectos, eso nunca falla

¿Y entonces?
Zonas grises querid@s:
- Intente cumplir al menos una de las máximas de la lista anterior cuando le sea posible... y trate de no latigarse por no hacerlo el 99% del tiempo. 
Esta es la realidad de la vida, lo otro es un montón de maravillosas utopías que son fáciles de escribir (me tomó un par de minutos) y jodidamente complejo de lograr, no digo ya de mantener en el tiempo.


martes, 25 de agosto de 2015

LOS DERIVADOS DEL HABLA


LOS DERIVADOS DEL HABLA

Es fácil hablar. 

Y las redes sociales nos libran a todos de gran parte de los "derivados" que le suceden al acto de hablar:

Nadie te mira extraña, pasmada, ni groseramente. 

Nadie te interrumpe -sueño de muchos-. 
Nadie te hace preguntas, así que nadie pone en evidencia ciertas cosas que no sabes.
Nadie te encajona, ni te juzga.
Nadie está ahí, contigo, mientras juzgas las palabras y las adornas, las eliges y las consultas -no vaya a ser que se me cuele una falta-.
Nadie, sólo tu, o yo en este caso.


ME PREGUNTO CÓMO DEBEMOS HABLAR


Creo que las redes son un gran espacio, creo que pueden difundir y conectarnos. 

Pero la cantidad de tiempo que les dedicamos es un verdadero desangre, hablo por mí misma para empezar -no se preocupen, todo lo que critico pasa por mí mismo primero-.

Creo que los teléfonos inteligentes son geniales para ubicarse -¡doy las gracias a los mapas!-, para comunicarse con aquellos a quien tienes lejos -gracias nuevamente- y para emergencias en las que -espero- hagan la diferencia con aquella ambulancia que tardó 40min en llegar a casa en mil novecientos noventa y algo. Cosa que -de momento-, no me consta.


Para todo lo demás podemos usar la compu cuando nos sentamos en casa, no es necesario tener todo lo demás todo el tiempo, no digan que no es así.


Me parece que actualmente los teléfonos resultan más una herramienta para justificar llegar tarde -o no llegar-, una tabla de salvación para evadir cualquier situación que me resulte incómoda -como mirar a la gente en los medios de transporte- o el nuevo elemento de la familia que se instala en las mesas de cualquier restaurante y nos hace el favor de "distraer a los niños" pa que no joroben y dejen conversar cosas de adultos... luego nos extrañamos de tener actualmente una generación de adolescentes que no saben ni les interesa hablar con nosotros.


Al menos a mi, me han reducido el espacio del encuentro, y eso es pobre. Me desagrado por ello.



ME PREGUNTO DE QUÉ DEBEMOS HABLAR


Porque pasan tantas cosas que me sorprendo cada día cuando veo que más de la mitad del material compartido está compuesto por:


- Selfies -¿que acaso "autorretrato" no sería la palabra en español?

- sobre cómo me veo de feliz en tal o cual situación que mis pares no tienen la suerte de disfrutar. ¿Es que estamos acaso compitiendo contra nuestra propia angustia de sentir que nuestra vida si tiene -por Dios que me digan con un "like" que SI TIENE- sentido?

- Terribles fotos de maltrato animal que no sé qué tanto ayudan a que las iniciativas se realicen (¡¡por supuesto apoyo las que se realizan!!) y -por el contrario- solo logran que a uno se le agrie el día sin haberlo iniciado.


- Grandes frases de grandes héroes de la humanidad: artistas, científicos, políticos, inventores -casi todos hombres por supuesto- sobrepuestas sobre facilitas fotos de atardeceres, niños rubios con espigas en la mano frente a un pajarito, una pareja ideal que se mira como ninguna pareja nos miramos en realidad. Un hermoso GIF que justifica que no me siente a leer la biografía completa de Dalí o Einstein porque "ya me sé de qué iba la cosa". Linda excusa para no leer.


- Cambios de estado civil... estado civil. Estado. Civil. Ajá.


No es necesario que siga enumerando, ¿cierto?



ME PREGUNTO QUÉ ES PROTESTAR


¿Es escribir en las redes? 

¿Es salir a la calle?
¿Es cambiar una cosa en la vida de alguien cercano?
¿Es hacer arte?
¿Es juntarse a hablar?
¿Es seguir haciendo lo que creo justo... para quién?
¿Es exiliarse de una comunidad, espacio, asociación, sociedad, país a vivir una vida más... humana?

Si alguien sabe por favor que me cuente, porque siento unas ganas insostenibles de protestar.



ME PREGUNTO CÓMO HABLAR A LA DISTANCIA

Porque estoy criticando el escribir y no actuar... pero no estoy donde suceden las cosas contra las que quiero protestar. 


Porque lo que sé hacer es lo que estoy haciendo: fotos y textos y canciones que la gente no tiene tiempo de escuchar (el artista en la caverna ¿es artista?), porque como he dicho carecemos de tiempo, porque el tiempo nos ha sido robado por cosas que al parecer no podemos controlar.

Y yo la primera otra vez, no se preocupen: no logro terminar una novela hace ya semanas, y no logro terminar un proyecto hace ya meses, y no logro terminar una obra hace ya años. 

Y me pregunto si a la distancia a todos les pasa esta cosa que me pasa a mi de sentir que tengo que sostener algo, que tengo que enviar un mensajito para no ser olvidada, que tengo que invertir más tiempo en este teléfono a mi costado para seguir siendo parte de una comunidad, para pertenecer.


Porque el gran miedo es no pertenecer a nada. 


Cuenten amigos, ¿cómo hablar a la distancia?



SOLICITUD DE DERIVADOS


Me fui por las ramas y ahora regreso al centro: los derivados del habla. No nos hacemos responsables por los derivados de lo que decimos.

Entonces queridas y queridos propongo:


¿Qué tal si usamos estas redes para abrir un tema, para plantear una cosa que me mueve y pica como un pinchito de esos redondos que se te pegan cuando vas al páramo?


Y una vez planteado, responderse, ojalá en vivo, o lo más vivo que se pueda. Responderse, cuestionarse, lanzar posibles ideas sobre lo que le puede ayudar al otro. 


En definitiva, hablar. Pero con consecuencias por favor, me hace falta que haya derivados y que me cuestionen y me pregunten y me ayuden, qué linda palabra.


Gracias por leer, y sobre todo -si pueden- por comentar.


viernes, 31 de enero de 2014


ELEGIMOS NO SENTIRNOS IGNORANTES

Fuimos a ver El Lobo de Wall Street y pensamos que está muy bien. La disfrutamos.

Excelentes actuaciones, detalles cuidados y trama que engancha. Creo que la cámara es probablemente lo que hace la película por sobre todo lo demás. A partir de un momento se vuelve un poco repetitiva... en teatro nos enseñan que un chiste pierde sentido después de la tercera vez... lo mismo sucede aquí: a la quinta orgía creo que todos hemos entendido el concepto y la provocación deja de ser interesante, ya no genera tensión alguna. La edición podía haber admitido que las tres horas no eran estrictamente valiosas. Pero hay que admitirlo: Scorsese sabe perfectamente cómo hacer buen cine y sus películas jamás carecen de una crítica al sistema.

Peeeero... porque la condición humana está plagada de esta palabra...


Llegamos a casa y en la tele están dando Videodrome de Cronemberg.

Ajá. Eh... ¿Cómo decirlo? Probablemente necesitaría un mes de clases de semiótica con mi querido Santiago Villacís para desentrañarla. Mi sapiencia me da para captar cieeertas magistralidades: excelente actuación de James Woods, fabuloso trabajo de escenografía y fotografía y -aquí si-, un editor que sabe cómo ser conciso. 87min, exactamente la mitad que la de Scorsese. Y no digo que una película tenga que ser corta. Ni una canción, ni que un cuadro tenga que ser pequeño o grande. Digo que la duración tiene que ser directamente proporcional a la cantidad de tiempo necesaria para decir algo valioso. O eso cabría esperar de un grande del cine.

Entonces me pregunto... ¿será que con el cine de los últimos años nos estamos dejando deslumbrar con excelentes aspectos técnicos y dejamos de buscar aquellas películas que nos hacen sentir ignorantes?

Veo la de Scorsese y tras una charla de 5 minutos creo que no tengo mucho más en lo que ahondar. Quizás me equivoco, pero no siento que haya un subtexto que debo resolver. Creo que me han dicho lo que me querían decir de manera muy clara y con mucho talento. Y eso siempre da placer. Salí del cine sintiéndome bastante inteligente.

Sin embargo, en este momento -tras Videodrome- me siento bastante ignorante.
Ignorante porque la cantidad de subtexto fue avasalladora y probablemente se podría hacer un tratado semiótico que verse únicamente sobre los símbolos gráficos. Ni qué decir de la trama.

En esta película no disfruto el adivinar la resolución previa la resolución. En esta película no sólo soy incapáz de imaginar hacia dónde me están llevando, sino que ni siquiera pretendo hacerlo. Tampoco pretendo abarcar el significado general, simplemente disfruto del extraño placer de sentirme ignorante.

Y eso -de por si-, no sé si sea algo para aplaudir.
Quizás crecí creyendo que lo difícil era lo bueno. Si lo difícil no nos trae tantas satisfacciones, ¿me equivoco?, entonces ¿por qué nos empeñamos en perseguirlo, leerlo, verlo, escucharlo? ¿Qué clase de masoquistas "hechos los..." somos?

Ojalá estuviera más valorado el disfrute que el sacrificio. Pero creo que la verdad es que el sacrificio (religioso, intelectual, familiar, etc...) está apegado de tal forma a la sociedad que los héroes y heroínas (ósea mujeres héroes ;) son/mos los que consumimos productos que nos hacen sentir pequeños, ignorantes o sacrificados.

Perdón, estoy hablando únicamente de mi por supuesto. Y de quien quiera sentirse identificado. Bienvenidas y bienvenidos.


miércoles, 22 de enero de 2014



SOBRE LA PAREJA

Las parejas se rompen, dudan, se vuelven a unir, se maltratan o disfrutan de aquella falsedad de los tres meses de pasión. Falsedad porque no hay duración para la pasión, o porque a veces no inicia con pasión, o porque a veces nunca la hay, o porque a veces nunca termina.

Las parejas están creadas desde el primer día bajo un concepto que tres o cuatro idiotas inventaron y por el que regimos lo que creemos que debe ser nuestra pareja. Y que conste en el acta que a mi me gustaban las películas de Disney.

Pero ahora sé, como la mayoría de los adultos sabe, que la vida se parece más a Alicia en el País de las Maravillas o a Fantasía que a todas las películas de amor del mismísimo Disney. Incluso se parece a Dumbo, qué curioso! Porque la vida no es una loma -como Paolo Coello insiste en afirmar- que hay que escalar arduamente -bebiendo las pequeñas enseñanzas de la vida- hasta llegar a la cima desde donde podremos contemplarlo todo con claridad y -encima- con paz. Porque damas y caballeros: en este mundo que va a mil por hora y donde uno es viejo a los 35, es obligatorio encontrar la paz.

No señores, la vida es en realidad como Alicia: que un día duerme apaciblemente en un campo de margaritas, al momento siguiente cae por un agujero (terrible aquello de caer, pero ¿acaso no ve hermosas cosas mientras cae?), más tarde encuentra un bello bosque, más tarde conoce alguien a quien persigue con afán -pese a que no lo conoce... ¿les suena familiar?-, para luego sentarse en una cena absurda donde nadie dice nada -también me suena conocido- y luego se vuelve a engatusar con un gato que no existe, para luego deslumbrarse con un desfile de soldados y ser sometida a la tiranía del poder, para luego crecer, para luego empequeñecer, para no encajar en ningún lugar porque tu tamaño es diferente -ahhh... ¡¡¡las diferencias!!!- para luego intentar entender el diálogo de unas flores que dicen... ¿qué dicen aquellas flores??? Lo mismo que la mayoría de la gente que dice mucho: nada... para reír por momentos y disfrutar de todos los extraños animales que encuentra a su paso. Y para volver al prado, al libro, al árbol y a su familia que la llama.

Alicia debería ser el primer libro que todos leamos. Debería estar en el velador, sustituyendo a la biblia. Debería reemplazar este invento absurdo que es el teléfono inteligente, el computador o la tablet. Alicia debería ser aquello que recordemos cada vez que sintamos que estamos mal.

Mi padre me dijo con calma precisión un día: no sufras por estar triste. La tristeza es un estado, y como estado es pasajero. Si la evitas, solo se extenderá. Vívela, dale la bienvenida, acógela durante el tiempo que necesites y luego déjala ir, pero no la fuerces a irse invitando a la felicidad que no tiene cabida en este momento.

Todo esto es igual en la pareja. Se puede desmembrar, me puedo dormir, me puedo caer, puedo ver cosas hermosas durante la caída -y vaya si las estoy viendo-, me puedo aburrir, puedo perseguir gatos invisibles, puedo deslumbrarme y ser sometida, puedo crecer, luego empequeñecer, puedo no encajar con el otro en tantos, tantísimos momentos... puedo disfrutar de ese extraño animal que es el otro. Puedo salir de ahí y volver al prado, pero también puedo traer el prado al lugar donde estoy con las flores, el conejo, el gato y los naipes de soldados.

Pero nadie me va a decir a mi lo que va a pasar con mi pareja, esta pareja que he construido al lado de otra persona que la construye conmigo. La pareja, ese ser que -cual gato de Alicia- existe solo mientras lo veamos, es un ser que es fuerte que se alimenta de nosotros. Esta pareja que mi pareja y yo hemos construido es fuerte y es buena. Y vamos a seguir cayendo y levantándonos, asombrándonos y persiguiendo ese sueño de que esa tercera entidad invisible siga creciendo.

Tengo un amigo enfermo cuya pareja lo retrata en su enfermedad y con quien come ricas comidas, va al cine y hacen mil cosas más que los demás ignoramos.

Tengo unos padres que no sólo crearon una tercera entidad llamada pareja, sino que además le dotaron de profesión y ahora actúa por si sola. Es tan fuerte que los va a sobrevivir a ambos. Como un hijo... o una hija en este caso.

Tengo libros que me afirman que las parejas de, Dalí, Pollock, Lennon y Mandela han generado el espacio para que su genialidad pueda darse. Y ese espacio es el gato invisible creado por los dos. Como el gato musical de Laurie Anderson y Lou Reed

Es cierto, nada es para siempre, y toda pareja puede un día desmembrarse. Pero hoy no es el día, ni mañana. Y es importante decirlo en voz alta para que todos aquellos que no son los tres de esta pareja (mi novio, el gato invisible y yo) dejen de pensar que saben lo que está sucediendo.


(dibujo de Pedro)

domingo, 19 de enero de 2014


DE POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL DECIDIR

1. Dejas de lado infinitos posibles caminos para apostar por uno que no sabes a dónde lleva
2. Significa aceptar que algo va a cambiar
3. Puedes equivocarte
4. Sabes que no hacerlo implica perder tiempo, pero tienes la esperanza de que algo durante la espera va a facilitar la elección.
5. Es más fácil si alguien lo hace por ti
6. Durante la etapa previa, el balance de las posibilidades te hace ver aspectos tuyos que desconoces, que temes o eludes. Tomar la decisión implica enfrentarlos.

Sin embargo, soy un ser inteligente. En teoría esto me permite contrarrestar cada punto anterior con su lógica respuesta racional:

1. Así es la vida
2. Así es la vida
3. Así es la vida
4. Así es la vida
5. Pero entonces no eres tú quien lidera tu vida
6. Así es la vida

Pero ese ser supuestamente inteligente y racional es apresado con frecuencia por el frágil e irracional bichito que habita dentro. OJO: no hay que matar al bichito, quizás sólo haya que domarlo.

ERGO... hay que tomar las decisiones, cierto. Y ver qué viene con ellas. Y:

1. Arriesgarse HOY
2. Aceptar el cambio CADA DÍA
3. Equivocarse DE TANTO EN TANTO
4. Dejar de perder tiempo AHORA
5. Liderar tu vida CASI SIEMPRE
6. Enfrentarse a uno mismo CONSTANTEMENTE

Es decir, terminar dándole la razón a los libros de autoestima... ¡auch!
Como se suele decir... ¡qué remedio!

sábado, 11 de enero de 2014

Actividades traicionadas y actividades traicioneras


Mi madre cuenta que -cuando su madre la encontraba leyendo- le preguntaba "¿No tienes nada que hacer?"Y que le costó un buen tiempo llegar a leer sin el cargo de conciencia de que tendría que estar haciendo algo más.

La misma sensación tengo con casi todo. Hago algo y lo traiciono con el pensamiento: "debería estar haciendo..."

La casa de mis padres está repleta de libros, de lanas. Y sin embargo cuando leo o tejo, tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo.

LISTADO DE ACTIVIDADES A LAS QUE TRAICIONO Y QUE DEBERÍA DISFRUTAR
1. Leer (traicionada con "debería trabajar... o salir")
2. Tejer (traicionada con "debería trabajar")
3. Charlar (traicionada con "podría tejer")
4. Escuchar música
5. Estudiar música
6. Descansar o estar (traicionada con absolutamente todo). Simplemente no sé cómo llevar a cabo esta actividad. Estar quieta en el sofá mirando el techo y pensando nunca ha sido lo mío. Intranquilidad total.

LISTADO DE ACTIVIDADES A LAS QUE NO TRAICIONO
1. Ver una película
2. Comprar la comida
3. Cocinar
4. Dormir (por suerte!)
5. Comer (por suerte también)
6. Turistear
7. Visitar exposiciones
8. Hacer ejercicio

ACTIVIDADES TRAICIONERAS (LAS QUE REALIZO EN VEZ DE LAS QUE "DEBERÍA")
1. Jardinería
2. Cafecito, tecito, visita
3. Dar clases (ah si... prefiero dar clases antes que sentarme a darme clases)
4. Lavar ropa (podría hacerse con menos frecuencia. hay ropa suficiente como para no lavar en una semana entera o más)

5. Computadora. Demasiado tiempo en la computadora.
6. Organizar... cajones, libros, películas, archivos en la compu... ORGANIZAR A LOS OTROS!

7. Limpiar la casa
8. Aprender una nueva técnica artesanal y equiparme de todo lo necesario para la realización de la misma. Realizar pruebas, abrir páginas para promocionar los resultados, consultarlas diariamente.


POSIBLES CONCLUSIONES:

ACTIVIDADES QUE NO INCLUYEN CARGO DE CONCIENCIA NI GENERAL ANGUSTIA:
- Las necesidades básicas. Bien.
- Actividades placenteras no relacionadas con mi profesión: el cine, turismo, el arte. Bien. Indirectamente alimentan mi profesión.
- Actividades necesarias (no necesariamente placenteras): ejercicio, cocinar, comprar víveres. Bien, pero deberían abarcar menor cantidad de tiempo.

ACTIVIDADES QUE GENERAL CARGO DE CONCIENCIA Y ANGUSTIA:
- El trabajo artístico que tiene como fuente de investigación mi propia persona. Nótese que la actividad TRABAJAR ni siquiera aparece en ninguna de las categorías nombradas anteriormente. Ergo: se la evita a toda costa. ¿Solución? Se admiten sugerencias.
- La adquisición de conocimientos directamente relativos al trabajo artístico: leer o escuchar música. ¿Proponerse horarios para realizarlas quizás ayudaría?

ACTIVIDADES DE LAS QUE PUEDO PRESCINDIR EN POS DE LIBERAR TIEMPO PARA LAS ACTIVIDADES QUE DEBERÍA HACER Y DISFRUTA:
- 90% del tiempo invertido en internet
- 50% del tiempo invertido como ama de casa
- 50% del tiempo invertido en comunicaciones sociales
- 50% del tiempo invertido en organizar
- 90% del tiempo invertido en los otros

CÓMO HACERLO
- Re-hacer el calendario que hago cada año
- Hacerle caso POR PRIMERA VEZ al calendario
- No dar prioridad a los imprevistos. Dar prioridad al calendario
- Trabajar en eliminar la necesidad de aprobación
- Confiar en que los otros harán las cosas que yo delego pero luego abarco
- Trabajar un mínimo de 3hrs al día específicamente en la música (estudiar, componer, aprender...)


martes, 31 de diciembre de 2013



La utopía del silencio.

Ayer en la noche, en la cama, no sonaba nada.
Entonces pensé "qué silencio".

Pero la verdad es que había cierta presión en mis oídos, como si el vacío intentara colarse por ellos y ocupar el espacio. Y a los pocos segundos escuché mi estómago. La respiración de mi pareja. La madera que crujió en el piso de abajo.

Y pensé que el silencio no existe. Que para que el silencio exista alguien debe apreciarlo. Y quienquiera que fuese ese alguien, produce soniditos corporales... y mentales. Porque los mentales también dificultan la apreciación del silencio.

Eso debe ser la meditación: lograr silenciar los soniditos mentales. Y quién sabe, quizá incluso los corporales. Pero para quienes no hemos alcanzado un grado de elevada meditación, me atrevo a decir que sólo tenemos el silencio como una utopía. Utopía que -como con toda buena utopía- debemos perseguir con constancia.

Porque en el silencio -o durante su búsqueda- suceden cosas. Inclusive prestar atención a los soniditos mentales o corporales. Mi estómago y mi mente me dicen, me expresan.

Escuchemos, pues.